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Mi bebé no quiere el porteo: ¿qué hacer?

Has escuchado maravillas sobre el porteo para ti y tu bebé, y lo confirmamos: ¡el porteo tiene beneficios realmente extraordinarios! Creación del vínculo de apego, movilidad, regulación de la temperatura, mejor desarrollo psicomotor del bebé… tantas promesas hermosas.


Sin embargo, lo instalas por primera vez en el fular o en el portabebé y ahí vienen los llantos, gritos, se pone rígido… el bebé no quiere el fular o el portabebé.


Eso es lo que piensas, y lo entendemos. Sin embargo, puede haber razones que valen la pena revisar para poder disfrutar de las alegrías del porteo


El porteo debe adaptarse a los dos y no al revés. Si tu hijo no parece disfrutarlo, puede que la herramienta o la manera de colocarlo dentro no le resulten cómodas.


Bebé: hecho para ser llevado


Es instintivo: tomas al bebé en brazos y le gusta, se siente seguro. Formamos parte de la familia de los primates, para el bebé es innato aferrarse a sus padres y, en cualquier caso, es una necesidad para ellos ser llevados.


Si al bebé le gusta estar en brazos, entonces hay que encontrar por qué no ocurre lo mismo con el medio de porteo…


Razones de los llantos en portabebé o fular


1. Estás empezando con el porteo


Sabemos que no es sencillo las primeras veces: gestos imprecisos y titubeantes, nudos complicados, ajustes largos… Mucho estrés y angustia que compartes con el bebé.


Hay que ganar confianza en uno mismo, no todo tiene que ser perfecto desde el principio. Puedes mecerlo suavemente mientras le hablas y le explicas lo que haces: te tranquilizas tú mismo a la vez que tranquilizas al bebé.


¡Ten en cuenta que para ganar confianza, no hay nada mejor que poder practicar sin el bebé!


Con los fulares de porteo Love Radius, puedes hacer el nudo previamente antes de colocar al bebé. Tranquilizador y práctico: mete y saca al bebé sin deshacer el nudo.


El fular que me tranquiliza


2. La posición no le conviene


No todas las posiciones se adaptan a tu bebé. Como nosotros, tiene sus preferencias. Algunos preferirán posiciones de lado, otros ventrales… Habrá que probar varias antes de encontrar la adecuada.


Un bebé con reflujo gastroesofágico (RGE) preferirá, por ejemplo, una posición ladeada, no demasiado apretada contra el porteador.


3. El bebé no está acostumbrado


Si el bebé no ha sido porteado desde el nacimiento, el porteo en fular o portabebé le resulta desconocido. No está habituado a estar tan recogido y pegado al porteador.


Una vez más, tomarse el tiempo de explicarle, mecerlo y usar el porteo un poco más cada día para acostumbrarlo es la mejor solución.


4. El fular o portabebé no le conviene


Sí, puede que al bebé no le guste el fular o el portabebé que compraste. Puede que la posición fisiológica no se respete o que la comodidad no sea óptima…


No creemos que existan niños reacios a los mimos… Sin embargo, sí son exigentes con la comodidad durante ese mimo. Te invitamos a probar otra postura o quizá otro portabebé o fular para ver si sigue siendo incómodo.


En Love Radius, tienes 30 días desde la recepción de tu pedido para cambiar o devolver el artículo si no te convence


5. Simplemente no es el momento


Le duele la barriga, quiere moverse libremente en el suelo, tiene calor… ¡Puede que en ese preciso instante no tenga ganas! El porteo es un medio formidable para que los padres tengan las manos libres y estén con su bebé, pero lamentablemente, a veces el bebé tiene otras necesidades.


¡Persevera!


Los inicios pueden ser difíciles, pero verás que, una vez superada esa fase, ¡todo será felicidad!


Puedes contar con el acompañamiento de una monitora de porteo formada en nuestro centro de formación o enviando tus fotos a sav@love-radius.com.



Actualizado el: 11/09/2025

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